miércoles, 27 de abril de 2011

La vitamina C, el antioxidante por excelencia.





La piel tiene una importancia fundamental como envoltorio del cuerpo por lo tanto es nuestra misión mantenerla sana y bella. El uso de antioxidantes como la vitamina C ha resultado ser de gran ayuda para que ésta no pierda su juventud.



La piel, organismo vivo.






La piel es un organismo profundamente sensitivo que está formado por tres capas, la epidermis, la más superficial, la dermis y la hipodermis que sería la más profunda. En la dermis es donde se producen las fibras decolágeno y elastina que son de vital importancia para que el llamado sostén del cuerpo no pierda su elasticidad ni su firmeza. Con los años estas fibras se vuelven más rígidas perdiendo gran parte de su poder. De este proceso de deterioro surge la necesidad de investigar en búsqueda de nuevos fármacos y cremas que consigan mantener la piel más joven durante más tiempo y que nos protejan del envejecimiento cutáneo.

El valor de los antioxidantes.


Los antioxidantes son un grupo de vitaminas, minerales y enzimas queprotegen la piel del envejecimiento previniendo la oxidación de otras moléculas. Llamamos oxidación a la reacción química que produceradicales libres que son átomos inestables y muy activos que causan daño celular a la vez que disminuyen el sistema inmune. La labor de los antioxidantes es detener estos procesos oxidándose ellos mismos.
En la actualidad se considera a la vitamina C como uno de los más potentes antioxidantes que combate los radicales libres ya que nuestro cuerpo por si sólo es incapaz de neutralizarlos. De esta forma, es de suma importancia que la piel se “arme” con productos que aumenten su capacidad de defensa con el fin de “combatir” cualquier síntoma de envejecimiento.

La vitamina C por dentro y por fuera.


Por lo tanto, es importante que junto con el uso de productos que contengan vitamina C se ingieran alimentos que tengan esta vitamina pues así se ayudara de una forma más completa a que el tono de la piel sea el adecuado y la dermis esté mejor conservada.
Así, es básico incluir en la alimentación diaria cinco piezas de verdura y dos o tres piezas de fruta. Entre las frutas que contienen vitamina C destaca n la naranja, la mandarina, el pomelo, el limón, las fresa s, el kiwi, el melón, la papaya, y el mango. Las verduras que contienen este potente antioxidante son,el brócoli, las coles de Bruselas, y el pimiento verde entre otros.

En suma podemos decir que la vitamina C aplicada tanto de forma tópica (gel de vitamina c) o ingerida en forma de alimento constituye una excelente forma de reforzar los tejidos cutáneos dándoles elasticidad y colágeno, a la vez que se prepara a la piel para que retenga la humedad orgánica, y recobre firmeza.

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